METAL CONTRA ICEBERG
sereno.
acuéstate con los ojos blindados,
mírate las manos, los ojos tartamudeantes,
la boca espesa como el licor de los muertos.
sereno
dibuja con tu sexo una alquimia terriblemente esclarecedora.
un signo de pez en forma de una moribunda Cuba.
una atormentada Habana donde vas a ir a morir.
nada en el cargamento de tus entrañas
como un obseso empápate en la hiel,
en el ojo negro del pianista que mataste,
en la vértebra única de la única mujer amante
que torturaste hasta verle brillar el pellejo.
maquina de sangre
arrastra tus púas y tu filuda arma
crece contigo solo contigo
senténciate a la próxima oleada de daga desde la piel reseca de tus manos
y olvida a Eva y a Adán de una vez por todas
desgranando ojos como si fueran nueces
torturando la seda sometida
torturando la cima de tu cáncer que ahora crece
ABOBINABLEMENTE.
EL desertor de nervio corto.09
No todos dan el paso y se ocultan tras sus pliegues, saben del humo que dejaron los salvajes, de la peste que se huele en el ambiente. Los sepulta la visión del regreso sangriento, procesan lentamente el alimento con la fuerza trituradora de otras eras.
jueves, 15 de octubre de 2009
martes, 6 de octubre de 2009
HUMANOPTEROS SIN PIEL
BRADBURY
Ahora es equinoccio en nuestros sistemas,
es la migración del esquimal que nos agrieta los pies,
el conjuro que nunca fue pronunciado.
Ahora el corto circuito cobra dimensión de nube de tormenta,
ya la larva emergió y entre los músculos empuja por salir.
Las noches se hacen cortas y replican un
continuo amanecer que hace de las arterias
la mezcla que se agota.
Secos hasta la medula los clones firman el
suelo que los sustenta para que el convenio
de odio que los aleja y congrega les de destino.
Fractales con conciencia de ave aprietan las
quijadas para que las palabras que los
harán presentes no ocurran antes del impacto.
Desquiciada erosión de los sentidos en el reino ACIDO,
sur de este norte con sabor a cal,
a presencia calcárea, a embrujo hídrico,
a este embrión que se repite pidiendo pista.
Post mortem, pro-fuga, insanidad de bestia,
de presa, de esta identidad que la corteza
torno madero en llamas, conflagración de articulaciones,
de esta sed que se asemeja al óleo.
Ahora es equinoccio en nuestros sistemas,
es la migración del esquimal que nos agrieta los pies,
el conjuro que nunca fue pronunciado.
Ahora el corto circuito cobra dimensión de nube de tormenta,
ya la larva emergió y entre los músculos empuja por salir.
Las noches se hacen cortas y replican un
continuo amanecer que hace de las arterias
la mezcla que se agota.
Secos hasta la medula los clones firman el
suelo que los sustenta para que el convenio
de odio que los aleja y congrega les de destino.
Fractales con conciencia de ave aprietan las
quijadas para que las palabras que los
harán presentes no ocurran antes del impacto.
Desquiciada erosión de los sentidos en el reino ACIDO,
sur de este norte con sabor a cal,
a presencia calcárea, a embrujo hídrico,
a este embrión que se repite pidiendo pista.
Post mortem, pro-fuga, insanidad de bestia,
de presa, de esta identidad que la corteza
torno madero en llamas, conflagración de articulaciones,
de esta sed que se asemeja al óleo.
domingo, 4 de octubre de 2009
HUMANOPTEROS SIN PIEL
EL HOMBRE MEDIO
Tres mil bestias a las puertas de Siria
la espera que otros traicionaron,
la purga de este pueblo en maleficio.
Sus dignatarios procesan a los mal ávidos
un condenado tiene nombre de galaxia,
de sangre color blasfemia.
No se abate solo se conduce con cautela
y los látigos que laceran a sus cercanos
solo lo hacen reír con fuerza.
No pondrá su rodilla en la tierra
para ver el rostro aumentado
de sus torturadores,
no permitirá que oigan su quejido,
no les dará ese placer.
Confiscara hasta el último de sus aullidos
y los convertirá en desafió
y cuando al final sus huesos caigan triturados
les dejara ver que solo los inmortales no le temen al dolor.
Tres mil bestias a las puertas de Siria
la espera que otros traicionaron,
la purga de este pueblo en maleficio.
Sus dignatarios procesan a los mal ávidos
un condenado tiene nombre de galaxia,
de sangre color blasfemia.
No se abate solo se conduce con cautela
y los látigos que laceran a sus cercanos
solo lo hacen reír con fuerza.
No pondrá su rodilla en la tierra
para ver el rostro aumentado
de sus torturadores,
no permitirá que oigan su quejido,
no les dará ese placer.
Confiscara hasta el último de sus aullidos
y los convertirá en desafió
y cuando al final sus huesos caigan triturados
les dejara ver que solo los inmortales no le temen al dolor.
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