No todos dan el paso y se ocultan tras sus pliegues, saben del humo que dejaron los salvajes, de la peste que se huele en el ambiente. Los sepulta la visión del regreso sangriento, procesan lentamente el alimento con la fuerza trituradora de otras eras.
jueves, 14 de octubre de 2010
INSERTO
PRIMATECH
Es binaria la expresión que los dedos imprimen
en la mente de eco digital que invierte fantasías
convirtiendo lo lascivo en partícula electrónica
lo sensible en destellos de pantalla
las ideas en universos de factura común.
Y el soporte de cada imagen mutando
en enigmas trocando rostros, cuerpos, gestos
disipando lo sonoro para arrastrarlo en sus delirios
haciendo del susurro neuronal un tornado.
Los roces se aplazan inapelablemente
para que el polímero y los circuitos engañen al tacto
que sediento de piel obtura angustiando frases
reclamando el encuentro que disperse los alientos.
Fabricaran nuevos sistemas inutilizando contactos
y los aromas homogéneos saturaran el transcurrir.
Revestimiento convertido en aleación inconmovible
en reducto de abatimientos donde ya no hay fuego.
Es binaria la expresión que los dedos imprimen
en la mente de eco digital que invierte fantasías
convirtiendo lo lascivo en partícula electrónica
lo sensible en destellos de pantalla
las ideas en universos de factura común.
Y el soporte de cada imagen mutando
en enigmas trocando rostros, cuerpos, gestos
disipando lo sonoro para arrastrarlo en sus delirios
haciendo del susurro neuronal un tornado.
Los roces se aplazan inapelablemente
para que el polímero y los circuitos engañen al tacto
que sediento de piel obtura angustiando frases
reclamando el encuentro que disperse los alientos.
Fabricaran nuevos sistemas inutilizando contactos
y los aromas homogéneos saturaran el transcurrir.
Revestimiento convertido en aleación inconmovible
en reducto de abatimientos donde ya no hay fuego.
REINVENTANDO
Cumpleaños de Peter Gransk.
Es un día hermoso para Peter Gransk. Con su dedo único traza signos y fatales asperezas sobre la madera de la mesa.
El café hierve bien y es rico y texturado para el paladar. En su pequeña sillita puede mecerse y disipar el tránsito de sus intestinos.
El viento muge aterradoramente bello sobre la terraza del gólgota y Peter Gransk puede desperezarse y bostezar como ningún otro ser humano que haya pisado la tierra. Un hombre de saco azul se acerca hasta el y le pregunta si desea algo mas o si prefiere pagar la cuenta.
"No, solamente deseo observar el paisaje" dice, con la particular humedad que tiene un hombre maduro en la voz cuando la edad asciende en el vertiginosamente.
Respirando y transpirando muy suculentamente, Gransk percibe cierto desorden en su calzado y procede a anudar sus cordones con grave ímpetu de mar. Esto es, como si el fuera una ballena salada, o como si hoy rugiera la vida en una habitación tibiamente.
No esta enfermo. Se encuentra en perfectas condiciones. Por eso da un trotecito suave y de elasticidad sensual. Se frota los riñones y luego pide una pizza ambrosiana de fabricación mediterránea, cuya corteza pertenece a la exquisitez de los licores más amargos.
Una zona de profundo placer explota y luego se irradia hacia las más finas partes de su cabello para conquistar luego en lenguaje de grandes olas todo el globo terráqueo. Ahora mastica en ebriedad santa y su plumaje se recoge en su pecho.
Desciende lentamente las escalas del vasto” gólgota, restaurante donde la pasión es equitativa y diversa", y rodeado de sus amigos y familiares que lo aclaman, Gransk siente una bendita sensación de despojamiento, que lo hace sentirse desnudo entre la inmensidad de estas gentes...
Libro de piel.010
Es un día hermoso para Peter Gransk. Con su dedo único traza signos y fatales asperezas sobre la madera de la mesa.
El café hierve bien y es rico y texturado para el paladar. En su pequeña sillita puede mecerse y disipar el tránsito de sus intestinos.
El viento muge aterradoramente bello sobre la terraza del gólgota y Peter Gransk puede desperezarse y bostezar como ningún otro ser humano que haya pisado la tierra. Un hombre de saco azul se acerca hasta el y le pregunta si desea algo mas o si prefiere pagar la cuenta.
"No, solamente deseo observar el paisaje" dice, con la particular humedad que tiene un hombre maduro en la voz cuando la edad asciende en el vertiginosamente.
Respirando y transpirando muy suculentamente, Gransk percibe cierto desorden en su calzado y procede a anudar sus cordones con grave ímpetu de mar. Esto es, como si el fuera una ballena salada, o como si hoy rugiera la vida en una habitación tibiamente.
No esta enfermo. Se encuentra en perfectas condiciones. Por eso da un trotecito suave y de elasticidad sensual. Se frota los riñones y luego pide una pizza ambrosiana de fabricación mediterránea, cuya corteza pertenece a la exquisitez de los licores más amargos.
Una zona de profundo placer explota y luego se irradia hacia las más finas partes de su cabello para conquistar luego en lenguaje de grandes olas todo el globo terráqueo. Ahora mastica en ebriedad santa y su plumaje se recoge en su pecho.
Desciende lentamente las escalas del vasto” gólgota, restaurante donde la pasión es equitativa y diversa", y rodeado de sus amigos y familiares que lo aclaman, Gransk siente una bendita sensación de despojamiento, que lo hace sentirse desnudo entre la inmensidad de estas gentes...
Libro de piel.010
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