martes, 21 de julio de 2009

HUMANOPTERO PRIMITIVO

ACORAZADO

Solo oculto su mirada
tras la templanza del metal
su motor de sangre adquirió blindaje
dio a su oído, su tacto, su olfato
y su gusto la forma de la artillería.

Respirando el extremo calor de la pólvora
y exhalando al Fénix definitivo
condeno su presencia y la de su reflejo
al canto de las hienas
esfumándose su fluido nervioso
ante el hidrometeoro que lo acaparaba.

En decisión unánime de sus paralelos
elevo el peso de su anatomía
al impacto brutal y seco
contra aquel que obstruyera su expansión.

Ahora entre los muros del silencio
dialogo con su lóbulo iracundo
y en repentina colisión de átomos
figura lo vital en nubes de ceniza.

Se torno de púrpura el día circundante
y para su mente en fiebre de espejismo
un cráter doloroso abriendo su costado
filtro todo su aliento en el límpido mármol
del recinto profundo.